Llevo 3 años usando calzado barefoot o calzado minimalista y te voy a contar mi experiencia. Ventajas, desventajas, adaptación… Si te interesa el tema, sigue leyendo.
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¿Qué es el calzado barefoot?
Barefoot significa «descalzo» y eso es lo que persigue. Un calzado que te proteja, pero que sientas como que no llevas nada, como que andas descalzo. Esta es precisamente la esencia de este tipo de zapatillas, que los pies hagan su trabajo y te conectes al suelo y es por eso que te hablo de ellas en un canal de naturaleza. Vivimos en tiempos de estrés y prisas y estamos perdiendo nuestra conexión natural. Es importante volver a sentir que formamos parte del planeta tierra.
Esto se consigue con 3 características principales, de las cuales las 2 primeras son las más importantes:
1-Horma ancha para que tus dedos no estén apretados y puedan hacer su trabajo
2-Suela sin drop (el drop sería algo así como un tacón). La punta de los dedos y el talón están a la misma distancia del suelo.
3-Suela fina y flexible.
Nuestros pies, una obra de arte
Los pies son nuestro contacto con el mundo y nos permiten andar, correr, saltar… Están diseñados para mantenernos de pie y desplazarnos durante grandes distancias de forma muy eficiente. Son una obra de arte formada por 26 huesos y 19 músculos que trabajan en armonía y han evolucionado para permitirnos una movilidad bípeda, dejando las manos libres para realizar otras funciones.
El tema es que hemos ido agregando cosas a nuestro calzado que han hecho que nuestros pies se acomoden y dejen de funcionar para lo que fueron creados. Soporte lateral, amortiguación, formas estilizadas… Todo esto es muy cómodo (excepto las punteras estrechas y los tacones) y han convertido a nuestros pies en vagos, perdiendo fuerza y estabilidad y afectando negativamente a nuestro equilibrio.

Llevo usando zapatillas y botas minimalistas desde 2021 y es como si tuviera ojos en los pies. Antes sufría de torceduras constantemente, pero ahora voy completamente seguro ya que noto cada piedra, cada rama, cada grieta y mi pie se adapta al terreno de forma perfecta, copiando el relieve y haciéndome avanzar con confianza.
Ventajas del calzado minimalista
Las ventajas de este calzado son diversas y te las voy a enumerar.
La primera es que es mucho más cómodo que cualquier otro zapato, ya que no te aprieta por ningún lado. Tus dedos no están comprimidos, no te hacen rozaduras ni aprietan por ningún lado. Permite el movimiento libre del pie en todas sus formas y no te va a hacer daño en ninguna postura.
En segundo lugar y derivada de la primera, no favorece la aparición de juanetes. Estos son una desalineación del dedo gordo del pie por el uso de calzado estrecho y puede llegar a ser doloroso. Con el calzado respetuoso no solo te evitas el dolor, sino que lo puedes ir corrigiendo (siempre que no sea algo extremo). Lo mismo ocurre con los dedos en garra o los pies planos.

La tercera ventaja es que al permitir que los dedos estén separados tienes un mayor equilibrio y sustentación. Con 20 o 30 te puede dar igual, porque eres joven y no es un problema que tengas. Pero con 70 u 80, si has usado calzado respetuoso, podrá marcar la diferencia. Ya sabes lo peligrosas que son las roturas de cadera con esas edades, así que tener un buen equilibrio puede ser vital.
En cuarto lugar tenemos un fortalecimiento de los músculos del pie y la pantorrilla, por lo que te cansarás menos y evitarás lesiones. Al permitir que nuestros pies trabajen y funcionen para lo que fueron creados los estamos desarrollando. Es lo mismo que si hacemos bici o pesas, que desarrollamos los músculos y ganamos fuerza. No hay que menospreciar a los pies, que son los que nos sujetan.
Por último, no tiene nada que ver dar un paseo por el campo con un calzado tradicional o con uno barefoot. Te sientes en contacto con el medio, eres consciente de que formas parte de él y por lo menos a mí, me cambia la actitud. Es algo que cuesta mucho explicar, pero que se siente.
Proceso de adaptación al calzado respetuoso
Si has estado toda tu vida con calzado tradicional no puedes cambiar de la noche a la mañana a uno barefoot, o al menos no debes. Yo lo hice de golpe (mal hecho) y aunque he tenido suerte, puedes lesionarte. Además, todo esto es siempre y cuando tengas un pie sano. Si tienes algún tipo de problema, como pie cavo o pie plano, deberías de consultar a un especialista.
Puedes empezar simplemente utilizando zapatos anchos y flexibles para que tus dedos se puedan expandir y los pies trabajen como deben. También puedes entrar directamente con zapatillas minimalistas y usarlas para hacer los recados, dar pequeños paseos o ir al trabajo, pero nada de pasarte. Poco a poco.
A medida que las vayas usando y tus piernas y espalda se vayan reconfigurando, podrás incrementar su uso.

Desventajas de llevar barefoot
No todo son ventajas, no te voy a engañar. Lo más evidente es que vas sin acolchamiento, por lo que caminar por superficies duras puede ser «doloroso». Sobre todo si es firme duro con piedras dispersas. Caminar en superficies así es un horror.
Al llevar muy poca suela, puedes clavarte pinchos con más facilidad, aunque es cierto que al notar todo, en cuanto te atraviesa te enteras y sueles levantar el pie.
Son zapatos más feos, aunque esto va mejorando, y tras un tiempo usándolos, tus pies se ensanchan y el dedo pulgar tiende a separarse. Así es como debe de ser, pero según nuestros cánones de belleza, los pies anchos son feos.
Y por último, suele ser un calzado que cuesta más que los calzados tradicionales. Hay algunas marcas fabricadas en Asia que pueden llegar con precios asequibles, pero generalmente es calzado fabricado en Europa o Norte América, muchas veces artesanalmente y como tampoco tiene mucho público, pues suelen costar dinero. Aun así, creo que valen cada céntimo que cuestan.
Mi experiencia tras varios años con calzado respetuoso
Tengo el pie ancho y siempre he sufrido con el calzado tradicional. Pienso que no invertir en mis pies es invertir en salud y por eso siempre he llevado calzado «bueno», pero no estaba a gusto del todo. Me hablaron del calzado respetuoso, pero era escéptico y no me atrevía a probar ya que cuesta una pasta, pero encontré una marca asiática que era barata y me lancé con ello. Desde ese día, no imagino volver al calzado tradicional. Lo hice mal porque no hice adaptación, pero he tenido suerte y no me he lesionado. Antes sufría de dolor de lumbares en cuanto estaba 10 minutos de pie, pero ahora puedo tirarme horas y no tener nada de dolor. Ha sido un cambio radical que me ha ayudado a llevar mejor el trabajo, los conciertos, la familia con 2 enanos y las salidas de campo. Una maravilla.
También he dejado de torcerme los tobillos, lo cual agradezco mucho. He ganado mucha estabilidad y me muevo con mayor soltura por superficies irregulares.


Por contra, los gemelos se me cargan más que antes. Nada grave, pero sí que lo he notado y se me ha endurecido la planta del pie. Nunca he sido de pies suaves, pero ahora menos jejeje. También es incómodo caminar por asfalto con tan poca suela, por lo que para ciudad utilizo suelas de 5-10 mm, mientras que para el campo llevo de 3 mm.
Como puedes ver, en mi caso las ventajas han sido inmensas en comparación con las desventajas y no me planteo volver al calzado tradicional.
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