Si quieres estar al día de lo que publico, puedes apuntarte a la lista de correo mediante este enlace o suscribirte a mi canal de YouTube.
Dieta omnívora
Hasta mayo de 2021 yo era un humano como otro cualquiera, con una dieta omnívora tradicional. Es cierto que mi consumo de carne era muy bajo, aunque le daba bien al pescado, pero hacía muchos años que coqueteaba con ideas veganas. Ya no recuerdo la última vez que utilicé un producto de higiene o limpieza testado en animales o compré ropa o calzado de piel (aunque mantengo y sigo usando las chupas de cuero de mi adolescencia porque las tengo mucho cariño). Ya sé que no es mucho, pero fue el germen.
He tardado en dar el paso porque desde los 16 años soy alérgico a una proteína de las frutas (entre otros alimentos) y desde los 26 tengo problemas con el consumo de verduras que me hacen pasarlo realmente mal. Aún así he seguido indagando sobre cómo conseguir poder alimentarme de forma correcta con tantas carencias y tras varios años, lo he conseguido. Tanto, que he sido capaz de dar con una dieta equilibrada, que me aporta todo lo que necesito y mantiene a ralla todos mis problemas de salud (la mayor parte del tiempo). Una vez que comprobé los beneficios de esta dieta, descubrí que el consumo de animales era mínimo y que podría eliminarlo por completo sin mucho esfuerzo, así que me lancé a la piscina.
¿Por qué decidí dejar de comer animales?
Soy biólogo de bota y educador ambiental. Dedico mis ratos de ocio a generar contenido en redes sociales centrado en concienciar a la población sobre nuestras acciones. Para ello, creo que lo mejor es predicar con el ejemplo y reducir mi huella de carbono es una buena forma de hacerlo.
En los siguientes párrafos voy a daros bastante información contrastada sobre el impacto ambiental y social que supone la alimentación carnívora. Os va a sorprender. Cuando yo lo descubrí y fui consciente de todo, simplemente no pude seguir alimentándome igual. Necesitaba hacer el cambio y la verdad es que salvo muy contadas ocasiones, no lo echo para nada en falta. Con esto no quiero criminalizar a nadie ni hacerle sentir mal, por supuesto. Solo intento que tengamos toda la información sobre la mesa para que podamos decidir lo que es mejor para nosotros y para el planeta.
Mi caso concreto
Actualmente consumo algo de queso de cabra y huevos, pero puede que esto cambie en un futuro y elimine cualquier alimento de procedencia animal de mi dieta. También os confieso que si salgo a comer fuera, pues lo tengo complicado. Suelo pedir siempre 2 primeros, ya que por costumbre en España los segundos suelen ser carne y pescado, pero muchas veces los primeros contienen animales. Por ejemplo unas lentejas con chorizo o una ensalada con atún. Si esto ocurre, pido los platos y aparto la proteína animal, pero el resto me lo como. También se ha dado el caso de que me invitan a comer y no saben que soy vegetariano. En esa situación no aparto nada, salvo que me pongan un filete o un pescado. Es mi forma de hacer las cosas y aunque no es perfecta, de momento me está sirviendo para hacer la transición.
Aunque me da mucha pena tener que matar animales para alimentarme, no he llegado a ese nivel de empatía que sienten los veganos, pero ahora tengo mi conciencia mucho más tranquila. El sufrimiento animal derivado de mi alimentación se ha reducido muchísimo y eso también es un factor importante a la hora de tomar esta decisión.
Impacto ambiental de comer carne
Hay muchas formas de medir el impacto ambiental de un proceso. En este caso, todas son escandalosas. Uno de los que creo son más equilibrados es el de medir las emisiones de CO2 equivalente por cada 1.000 kilocalorías generadas. También podríamos medirlo por uso de agua dulce, cantidad de suelo utilizado… Es importante tener en cuenta el sistema que usamos para sacar datos y como ejemplo voy a poneros una gráfica.

Si nos fijamos en el gráfico destacan 2 valores, que son el café (con el valor más alto) y el aceite de oliva (uno de los más bajos). Estamos midiendo en función de las kilocalorías que aporta el alimento, por lo que un alimento que no tenga calorías va a dar resultados desorbitados (como el café y los tomates) y uno que tenga muchas, los dará bajos (como el aceite). Os he puesto este ejemplo precisamente para que cuando manejéis datos lo hagáis con pensamiento crítico. A parte de eso, lo que sacamos de esta tabla es que los alimentos de procedencia animal tienen un impacto muy superior (en general) a los de procedencia vegetal. En esta web podéis ver otros alimentos para que hagáis vuestros cálculos.
Si hablamos del agua necesaria para producir 1 kg de alimento, nos pasa 3/4 partes de lo mismo. 15.400 litros para 1 kg de ternera, 8.700 para uno de cordero, 6.000 para el cerdo y 4.300 para el pollo. Esto no es lo que ellos beben (solamente), sino que aquí se contabiliza el agua destinada a la alimentación de los animales a base de pienso.
En este apartado los cultivos vegetales también tienen un gasto importante, pero bastante menor. 1 kilo de arroz necesita 3.400 litros, uno de trigo 1.000 litros, 900 para 1 kg de maíz y 50 litros para 1 kg de lentejas. Os dejo más información por si os apetece echar un ojo en la web de cienciasambientales.com.
Ganado y deforestación
Cuando hablamos del uso del suelo, los datos son astronómicos. Según una investigación de la Universidad de Oxford, el 83% de las tierras de cultivo a nivel global están destinadas a la obtención de productos de origen animal. Los animales necesitan comer y como la inmensa mayoría están estabulados, se hace a base de pienso. Este se obtiene de plantaciones de cereales y soja (principalmente). En países del hemisferio sur es más habitual el pastoreo, pero sea como fuere, se necesitan tierras para ambos métodos.

El método más rápido para obtener tierra de pasto o cultivable es la deforestación de selvas tropicales. La cría de ganado para alimentación humana es responsable del 41% de la deforestación de nuestro planeta. Brasil es uno de los principales exportadores de soja para alimentación de ganado. El 77% de toda la soja cultivada en nuestra preciosa roca azul es utilizada para la elaboración de pienso. Para ponerlo en perspectiva, las industrias maderera y papelera «solo» son responsables del 13% de la deforestación.
Al acabar con la masa vegetal lo que estamos consiguiendo es reducir la cantidad de gases de efecto invernadero capturados, ya que los bosques absorben en torno al 30% de estos gases. También fomentamos que se destruya el suelo y se desertice la zona, así como provocar una disminución drástica de la biodiversidad y luego pasa lo que pasa…
¿Humanos vegetarianos?
Para rematar la faena se ha calculado cuánto terreno cultivable se necesitaría en caso de que toda la población fuera estrictamente vegetariana. Agárrate porque es dato te va a sorprender. Si todos los humanos nos alimentásemos exclusivamente de vegetales, las tierras de cultivo se reducirían en un 76%. Esa reducción es de unos 31.000 millones de kilómetros cuadrados, o para que te hagas una idea: es el área de la Unión Europea, Estados Unidos de América, China y Australia juntos. Una barbaridad.
Impacto ambiental de comer pescado
El consumo de pescado también tiene un impacto importante, no tanto a la hora de hablar de cambio climático (que también) sino de sostenibilidad. La industria pesquera nos dice que el consumo de peces salvajes no requiere de tierras de cultivo ni de piensos, por lo que su impacto es únicamente el consumo de combustible de los barcos, los procesos de congelación y el transporte en tierra hasta el consumidor final. Eso es cierto si hablamos de emisiones de CO2, pero no es el único impacto que genera.

Actualmente la mayoría de caladeros están al borde del colapso o ya han colapsado. Eso significa que se pesca tanto o más de lo que se produce. No podemos seguir explotando el mar a estos niveles o acabaremos con la vida acuática y es un hecho que está más que demostrado. Por ello la acuicultura tiene un papel muy importante y es que el 52% de los peces que consumen los seres humanos son cultivados. En torno al 23% de los peces que se pescan en nuestros mares y océanos se utiliza para la elaboración de pienso y harinas para alimentar a los peces de la acuicultura. Con estos datos en la mano podemos ver que el consumo de animales salvajes se va a ir reduciendo rápidamente, favoreciendo el de animales de cultivo, así que las emisiones ya no son tan bajas como dicen. Cierto es que el cultivo de bivalvos (mejillones y ostras, por ejemplo) tiene uno de los impactos más bajos. Para saber un poco más echad un ojo a la web de la FAO The State of the World Fisheries and Aquaculture 2020.
Pesca y plástico
Ahora vamos a tratar el problema del plástico. Es cierto que los plásticos de un solo uso están llegando al mar y se van deshaciendo poco a poco hasta convertirse en microplásticos. Para evitar esto es genial que separes bien para reciclar, pero aunque es un gesto que debemos hacer todos, el verdadero problema es otro. Según un estudio, el 46% de los deshechos de la gran isla de plástico del pacífico está formado por redes y aparejos de pesca. Hasta ahora se pensaba que era bastante menor (en torno a un 20%) ya que solo se contabilizaba lo que llegaba a nuestras costas, pero la gran mayoría se encuentra flotando.
Beneficios de una dieta vegetariana
Ya hemos visto que alimentarse de plantas es bastante mejor para el planeta que una dieta omnívora, pero es que también es mejor para tu salud. Hay un montón de webs en las que se te explica mejor cuáles son los beneficios de alimentarse a base de vegetales, por lo que les dejo a ellos que te lo cuenten. Solo te voy a decir que desde que hice el cambio me encuentro menos cansado, he perdido peso y se me cae menos el pelo. Eso sí, voy al baño bastante más que antes. En otras personas puede ser algo bueno, pero para mí es un porsaco porque ya iba mucho.
Resumiendo, que hagas lo que quieras, por supuesto, pero al menos que tengas en cuenta lo que conlleva nuestro estilo de vida. Si no quieres renunciar al consumo de animales, pero quieres hacer algo, simplemente reduce la ingesta de carne y pescado (sobre todo de bóvidos). Si todos dejamos de comer carne tan solo una vez a la semana habrá que matar menos ganado y se utilizarán menos tierras de cultivo para alimentarlo y habrá más selva. Win-Win.
Fuentes
Además de todos los artículos que te he ido enlazando, tienes estos otros para que le des un vistazo.
Meat consumption, health, and the environment
Livestock and greenhouse gas emissions: The importance of getting the numbers right
The effects of plant-based diets on the body and the brain: a systematic review