Hoy hablamos de una seta poco conocida, quizá porque no es muy abundante, pero que en mi tierra (Palencia) es muy apreciada. Rhodocybe truncata y Rhodocybe gemina, dos especies que hasta hace muy poco se consideraban sinónimos. Su nombre vernáculo es rojilla y te voy a dar los trucos para poderlas diferenciar y una receta .
Si estás buscando una guía de setas, te dejo aquí mi opinión de unas cuantas, para que te sea más fácil decantarte por la que más se ajuste a lo que necesitas.
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Descripción general
Sombrero
El sombrero no suele ser muy grande, siendo lo habitual entre 4 y 12 cm y si miramos una descripción de libro, nos dirá que tiene tonos ocre rojizos. En la práctica, cuando te la encuentres por el campo vas a ver que en función de la climatología, su coloración va a ser muy variable. Aún así, los colores pardos van a ser los dominantes en la madurez, siendo los tonos crema los que veamos cuando son jóvenes.
El margen (borde) está enrollado casi siempre, aunque si la seta es vieja se puede aplanar bastante, pero el sombrero mantendrá siempre la forma convexa.
Láminas

El himenio (la zona fértil) está cubierto de láminas de color crema, nunca blanco, que en algunas zonas pueden presentar manchas de color rosado. Estas se deben a las esporas, que son de este color, ya que pertenecen a la familia Entolomataceae, que se diferencian por tener la esporada de ese tono. Las láminas son ligeramente decurrentes, que significa que bajan por el pie un poco (como muestra la imagen de arriba).
Son numerosas y apretadas y se separan fácilmente del sombrero al meter un poco la uña.
Pie
El pie suele ser corto y ancho al principio, aunque a medida que crece la seta, aumenta su longitud. Es de color blanquecino o crema, pero puede tener zonas del mismo color que el sombrero. Es macizo y compacto y dependiendo de la especie puede ser más fibroso o más elástico.
Carne
La carne es firme y compacta, de color blanco con algunas zonas rosadas. Tiene un olor fúngico muy agradable (vamos, que huele a seta) y el sabor en crudo recuerda a la avellana o la nuez.
Hábitat
Tanto la R. truncata como la R. gemina se pueden dar en prados y lastras de altura (por encima de los 600 metros), que es donde la he visto yo siempre. Consultando bibliografía he visto que también puede salir en claros de bosques de coníferas (pinos, abetos…) o de planifolios (árboles de hoja ancha como robles, hayas…).
Crece formando corros de brujas o en hileras, siendo muy habitual que salgan varios individuos apiñados y que se encuentren en gran número. Yo siempre las he visto en otoño, pero según dicen las guías, también se puede dar en primavera.
Posibles confusiones

Realmente, con la única seta con la que se puede confundir de verdad es con el Leucopaxillus gentianeus. Vistas desde arriba son muy similares, aunque el Leucopaxillus tiene las láminas de color blanco y son adnatas (ver figura de arriba) a diferencia del Rhodocybe que las tiene un poco decurrentes y de color crema.
También, el L. gentianeus sale asociado a árboles siempre, sobre todo a coníferas, mientras que R. truncata y R. gemina pueden salir en prados.
Por último, la forma infalible para diferenciarlos es el sabor. Solo con poner la lengua en el sombrero de L. gentianeus vas a notar un sabor muy amargo, mientras que la Rhodocybe tiene un sabor agradable que nos recuerda a los frutos secos. No es tóxica, pero sabe muy mal.
Diferencias entre R. truncata y R. gemina
Hasta hace poco, R. truncata y R. gemina se consideraban sinónimos. Nombres diferentes para referirse a la misma seta, pero ahora ya se encuentran en dos especies diferentes.
Para diferenciar una de la otra hace falta hacer uso de la microscopía, pero hay algunas características macroscópicas que nos pueden ayudar y darnos ciertas garantías. La primera es el hábitat y es que R. truncata es más dada a crecer en prados y lastras, mientras que R. gemina siente mayor predilección por las zonas boscosas. La segunda es por la carne, ya que R. truncata tiene el pie más quebradizo, un olor más intenso y al cocinarla nos recuerda un poco al tocino, mientras que R. gemina tiene el pie más elástico y su aroma y sabor son mucho más tenues.
Yo nunca he comido R. gemina, pero los que sí han probado las 2, dicen que es mucho mejor comestible la R. truncata. Aún así y debido a que es una seta rara, recomiendo que no se consuma para ayudar a su protección.
Receta de Rhodocybe truncata al horno con lo que quieras
Te voy a dar una forma de cocinar las Rhodocybe truncata para que sirvan de acompañamiento a lo que quieras. Puedes hacer unos filetes de pollo empanados, pescado a la plancha o en salsa, unos medallones de solomillo, un salteado de verduras o para hacer unos canapés. La verdad es que va con todo y es muy fácil de preparar.
- Limpia las setas con un cepillo y un paño húmedo (evita siempre meterlas bajo el grifo). Como es para acompañar, con 8 o 10 por persona va bien, pero esto, al gusto.
- Coloca los sombreros en una fuente y los unta con aceite de oliva. Espolvorea por encima con ajo en polo y perejil picado. No mucho, lo justo para darle un toque pero que no mate el sabor.
- Calienta la plancha (o la sartén) a fuego fuerte y pon las setas con las láminas hacia abajo unos segundos.
- Precalentamos el horno a 180º.
- Coloca las setas en una bandeja de horno y echa un poco de vino blanco (un chorrito) para que no se sequen.
- Hornea unos 20 minutos (esto va a depender de tu horno, así que ojo)
Espero que te haya gustado esta receta, perfecta para acompañar cualquier plato.