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Fray Sulfato

Parque Natural Sierra de Andújar

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El parque

La sierra de Andújar se encuentra en las estribaciones de Sierra Morena, al norte de la provincia de Jaén. El parque natural cuenta con casi 74.000 hectáreas de bosque mediterráneo, un verdadero lujo para las especies que allí habitan.
Bueno, un lujo salvo que nos refiramos a especies cinegéticas, ya que en el parque natural se pueden encontrar 60 cotos de caza inmensos. Dicen que los más grandes y mejores de España y es algo a lo que no me acostumbraré nunca. Es parque natural desde 1989.

La dehesa es el tipo de bosque más importante y es que el hombre ha hecho uso intenso de estos terrenos desde la antigüedad. Contiene enormes fincas donde pastan los toros de lidia y es que la ganadería tiene un peso importante en la zona. También se ha aprovechado para la fabricación de carbón vegetal.

Dentro del parque se encuentra el santuario de la Virgen de la Cabeza. El último fin de semana de abril se lleva a cabo la romería de la Virgen de la Cabeza, que parte de Andújar y termina en el santuario. Durante 2 días, decenas de miles de personas atraviesan el parque en peregrinación desde hace más de 500 años. Es la más antigua de Andalucía y dicen que la segunda en afluencia después del Rocío (que también atraviesa un parque natural, en este caso el Parque Nacional de Doñana).

Fauna

Aves y mamíferos

La sierra de Andújar es el hogar de más de 270 especies de vertebrados, pero lo que más destaca es porque tiene la mayor población de lince ibérico (Lynx pardinus), un endemismo de la península ibérica. En esta sierra y sus alrededores hay más de 200 individuos. Otro endemismo es el Águila Imperial Ibérica (Aquila adalberti) que comparte terreno con el buitre negro o la cigüeña negra, por nombrar alguna de las aves más buscadas. Aunque actualmente se considera extinto al sur del Duero, el lobo ibérico tuvo sus últimas poblaciones en esta sierra y puede ser el lugar perfecto para su reintroducción.

Nutria europea
Nutria europea

Es una tierra de conejos, lo que facilita la presencia del lince ya que es su presa más habitual. Siguiendo con los herbívoros podemos encontrarnos con grandes cantidades de jabalíes, ciervos, gamos y muflones y algún corzo.
Debido a la presencia del lince, los demás carnívoros no se encuentran en grandes cantidades. La nutria se escapa porque no compite por el alimento, pero las poblaciones de zorro y meloncillo están reguladas por el gran felino. También están presentes casi todos los mustélidos y el gato montés.

Reptiles y anfibios

Al ser una zona de clima mediterráneo es perfecta para la vida de reptiles y se pueden encontrar 17 especies. Buenas poblaciones de culebras bastardas o de escalera, así como lagartos ocelados y verdinegros. También es habitual observar galápago europeo y alguna víbora.

Los anfibios están representados con al menos 12 especies. Hay sapo partero, salamandras y tritón ibérico, entre otros.

Flora

La zona sur del parque está dominada por diferentes especies de pinos de repoblación que poco o nada pintan ahí.
Lo más famoso es su zona adehesada, con gran cantidad de encinas y algunos alcornoques y es donde se puede ver mejor al lince.
La parte norte está cubierta de robles, adaptados a una mayor altitud y que llenan de color las laderas de la sierra en otoño.
Sin duda, lo que más abunda es el matorral, formado mayormente por jaras, brezos y lentiscos junto con gran cantidad de aromáticas mediterráneas.

Geología

Río Jándula, cerca del embalse del Encinarejo
Río Jándula, cerca del embalse del Encinarejo

Se trata de un terreno muy abrupto, con un desnivel de más de 1.000 metros entre la cota mínima y la máxima. Esto se debe en gran medida por la erosión de varios ríos y arroyos, afluentes del Guadalquivir. Los más importantes son el río Jándula y el Yeguas.

La zona norte del parque está formada por cuarcitas y pizarras, siendo los materiales más antiguos, con unos 500 millones de años. Es una zona muy escarpada y en ella se encuentra el punto más alto de la sierra, el Pico Burcio del Pino (1.290 m).
En la zona centro se encuentra el Batolito de los Pedroches, una masa granítica que se mete entre las pizarras del Carbonífero. Abunda el granito rosa, muy resistente cerca del santuario, pero totalmente deshecho en las inmediaciones de los ríos. Continúa hacia el Sur, donde los ríos crean profundos barrancos.