Hoy te voy a hablar del escarabajo más grande de Europa, el ciervo volante (Lucanus cervus). Para mí es el rey de los escarabajos y además de ser increíblemente bonito, es un animal que está protegido. También te voy a hablar de las otras especies presentes en España y todo ello gracias a la colaboración desinteresada de Marcos Méndez Iglesias y Fernando Cortés Fossati.
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Descripción y biología
Nos encontramos ante el Rey de los coleópteros europeos, el más grande de los escarabajos del viejo continente y es que los machos pueden llegar a medir entre 5 y 10 cm de largo. Las hembras son un poco más pequeñas, entre 3 y 5,5 cm, pero siguen teniendo un tamaño considerable. Ya no es que sea enorme, sino que tiene unas mandíbulas alucinantes que pueden llegar a medir hasta 3 cm de largo. Parece la cornamenta de un ciervo y de ahí viene su nombre. Estos «cuernos» le van a servir para luchar contra otros machos cuando haya varios pretendientes ante una hembra. Aunque son muy tranquilos, si le tocas las narices y le metes el dedo, pues te puede hacer daño.
Como buen coleóptero tiene 6 patas (alucinas con su fuerza) y 2 antenas acabadas en un peine que puede replegar a voluntad. También dispone de 2 pares de alas. El par anterior se llaman élitros y están esclerotizadas con la función te proteger al segundo par que es membranoso. Estas se doblan y esconden debajo y les permiten volar y es una pasada el ruido que hacen. Si te das un paseo al atardecer los podrás escuchar en sus vuelos nupciales.
Es de color oscuro, aunque según le de la luz puede tener destellos bermellón, sobre todo en las mandíbulas. Tiene unas franjas de color ocre anaranjado que separan la cabeza del pronoto y de los élitros y unas manchas del mismo color en los fémures.
Si quieres una guía para aprender a identificarlos, te dejo mi opinión de las que conozco, por si te puede ayudar.
Alimentación
Los adultos no se alimentan prácticamente, ya que su misión es la de encontrar pareja y reproducirse. Sí que se los puede ver «chupando» savia en heridas de árboles o la que rebosa en algunos frutos (como los higos).
Las larvas se alimentan de madera en estado de descomposición, por lo que son saproxilófagas. No atacan a los árboles vivos. Es por esto que no podemos decir que sean xilófagas y cumplen una labor fundamental en la salud de los bosques, participando en el reciclaje de los nutrientes.
Hábitat y distribución
Es un animal que se puede encontrar fácilmente en la mayor parte de Europa, con 4 subespecies descritas, pero la que tenemos en España es Lucanus cervus cervus. Se puede ver a los adultos entre mayo y septiembre, aunque el momento de mayor abundancia es a mediados de julio.
El área de distribución más habitual es el tercio norte peninsular en las zonas de clima atlántico. Hacia el Sur, donde domina el clima mediterráneo, solo se encuentra en zonas montañosas hasta el Sistema Central. En la costa mediterránea podemos verlo al Norte del Ebro. Hay citas de poblaciones dispersas en otras zonas y quedan lagunas sobre su distribución en nuestro país. Más adelante te digo cómo puedes participar en la conservación de este coleóptero con tus observaciones.
Se puede encontrar asociado a diferentes árboles de hoja caduca y siempre se ha dicho que siente predilección por los del género Quercus, especialmente en los robledales. Dicho esto, no podemos decir que exista una dependencia entre los robles y los ciervos volantes. Es muy importante que en las masas boscosas haya madera en estado de descomposición para que las larvas puedan crecer.
Ciclo reproductivo
La vida de los adultos es corta y suele ser de uno o dos meses. Su única función es la de reproducirse y al atardecer se dedican a volar por el bosque buscando hembras. Cuando la encuentran se posan cerca e intentan aparearse, pero si hay otros machos se entabla un combate. Uno va a intentar tirar al otro de la rama o tronco en el que se encuentren y tener así una oportunidad.
Una vez ha tenido éxito la cópula, la hembra busca un tronco en descomposición y pone unos 20 huevos. Entre 15 y 30 días después eclosionarán y las larvas empezarán a devorar la madera a marchas forzadas. Su tamaño puede llegar a ser de hasta 10 cm y va a depender de la calidad de la madera. También de esta dependerá el tiempo que estén en fase larvaria y puede superar los 5 años.
Cuando alcanzan su tamaño máximo , pupan. Crean una cámara con restos de madera y tierra y utilizan su saliva como pegamento y dentro se alojarán en modo de pupa durante varios meses. En este tiempo se llevará a cabo la metamorfosis y a finales de primavera empezarán a emerger los primeros adultos.
Conservación y amenazas
Sabemos menos de lo que nos gustaría sobre esta especie y a todo el mundo que le preguntas te dice que de pequeño veía muchísimos y ahora no se ven. No sabemos si esto es cierto o no y lo que nos hace falta es recopilar más datos y durante más años. Luego os contaré cómo podéis ayudar a conocer mejor a esta especie.
Sea como fuere, es un animal que está protegido, a pesar de que en el libro rojo de los invertebrados de España aparece en la categoría de «preocupación menor». Para mantener sus poblaciones no solo hay que proteger a los individuos, sino sus hábitats.
Las mayores amenazas a las que se enfrentan son la eliminación de árboles muertos o deteriorados en los bosques, incluso del sotobosque mediante las famosas «limpiezas». También las plantaciones artificiales de monocultivos y las talas sin replantación. Por último tendríamos la eliminación de bosques para la construcción de viviendas o industrias.
En cuanto a sus depredadores, los córvidos gustan de darse buenos atracones de ciervo volante dejando solo las cabezas. No es infrecuente encontrar una zona en la que un arrendajo (Garrulus glandarius) o un rabilargo (Cyanopica cooki) se come varios Lucanus y deja amontonadas sus cabezas en un espectáculo un tanto dantesco.
Especies de ciervos volantes en España
Actualmente hay citas de 4 especies de ciervos volantes en España, aunque 2 de ellas necesitan de más información.
Lucanus cervus
Es la especie de la que hablo en este artículo y cuyos machos son inconfundibles. Las hembras sí que pueden confundirse con los machos de L. barbarossa, así que te voy a dar los trucos para que las puedas diferenciar. Esta especie tiene 4 lamelas en las antenas. Las lamelas son como los dientes de un peine, que es la forma que tienen sus antenas.
Lucanus barbarossa
Es la segunda especie más abundante en nuestras tierras. Se trata de un endemismo de la Península Ibérica y el Norte de África y le gustan las zonas más cálidas, pero a veces puede compartir hábitat con el anterior. Los machos tienen las mandíbulas menos desarrolladas, en forma de tenaza y sin dientes y sus antenas tienen 6 lamelas.
Lucanus pontbrianti
Es el menos estudiado ya que hay muy pocas citas e incluso no sabemos cómo es la hembra de esta especie. Es el más pequeño, con apenas 4 cm y en las mandíbulas tiene unos dientes muy pequeños en la mitad más alejada de la boca. Además no tienen el extremo de la mandíbula bifurcado. Por último, sus antenas tienen 5 lamelas mas una muy pequeña.
Lucanus tetraodon
Acabamos con otro del que tenemos muy poca información. Solo se ha visto en la zona de los pirineos, también es pequeño (43 milímetros) y tiene los dientes de las mandíbulas más grandes que los de L. pontbrianti. Además, el diente medio está más próximo a la boca que al extremo de la mandíbula. Sus antenas tienen 6 lamelas.
Ciencia ciudadana
Tu ayuda es muy importante para conocer mejor la especie y es que como supongo que sepas, la ciencia no tiene muchas ayudas, por lo que los científicos no pueden llevar a cabo grandes estudios a nivel estatal. ¿Qué puedes hacer tú? Pues algo tan sencillo como hacer una foto (desde arriba y enfocada en la que se vean las antenas y las mandíbulas) y mandar un correo electrónico con tu nombre, fecha y lugar donde se ha hecho la observación. Marcos Méndez es uno de los mayores especialistas de nuestro país en esta especie y podrá dar buena cuenta de tus datos, así como cerciorarse de la especie.
Además hay una plataforma a nivel europeo que intenta averiguar la abundancia de Lucanus y en la que puedes participar. No requiere nada más que salgas a pasear un rato entre junio y julio por zonas en las que sepas que se dan los ciervos volantes. Una vez que te registras en stagbeetlemonitoring te dicen cómo tienes que hacerlo y está pensado para que pueda participar cualquier persona. Toda ayuda es poca y en España falta por cubrir una parte importante del territorio.
Bibliografía
- MITECO
- MITECO
- Relative Contribution of Citizen Science, Museum Data and Publications in Delineating the Distribution of the Stag Beetle in Spain
- Revista Quercus nº426. Ciervos volantes: titanes de la fauna ibérica. F. Cortés-Fossati y M. Méndez