La dedalera (Digitalis purpurea) ha tenido multitud de usos tradicionales, sobre todo para aprovechar su alta toxicidad con fines terapéuticos. Te voy a hablar de su descripción, distribución, hábitat, toxicidad y usos, así que sigue leyendo.
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Descripción de la dedalera
Vamos a ver las características diferenciales de esta planta para que la puedas reconocer en el campo. Aún así te recomiendo que te hagas con una guía de plantas. Te dejo mis reseñas para que te resulte más fácil escoger la que más se adecúe a tus necesidades.
El nombre del género Digitalis viene de la palabra latina digitus, que significa dedo, haciendo alusión a la forma de sus flores que se asemejan a un dedal. De ahí viene también el nombre común más extendido en España, aunque también se la conoce como chupamieles, cartucho, digital o viluria, entre otros.
Hojas, flores y frutos
Es una planta bianual (se desarrolla en 2 años) fácilmente reconocible incluso sin flores. Sus hojas son pecioladas y parten de una roseta en la base, para subir por el tallo. Cuanto más arriba están, más pequeñas son, pero siempre tienen forma ovalada, el borde dentado y son pubescentes (tienen como pelitos). Como dato extra, siempre se encuentran dispuestas de forma alterna.
El tallo puede llegar a medir más de 2 metros, aunque lo normal es que no crezcan tanto. A partir de junio y a lo largo de todo el verano ya podemos verlas en flor. Las flores salen en el tercio superior del tallo y son imposibles de confundir. Tienen forma de tubo acampanado y colgante, que nos recuerda a un dedal y crecen formando racimos en una inflorescencia secundiflora (con todas las flores a un lado). Son flores de color rosado o púrpura, aunque en otras especies son amarillentas o incluso blancas, pero siempre tienen unas manchas oscuras (máculas) en la parte interna del tubo.
Las semillas son numerosas y aparecen dentro de una cápsula (fruto) de color oscuro y con forma de riñón, aunque a simple vista parecen pequeñas esferas. Las flores son polinizadas por insectos, especialmente por las abejas y la dispersión de las semillas es por el viento (anemocoria).
Distribución y hábitat de Digitalis pupurea
En España podemos encontrarla en la cornisa Cantábrica y el oeste peninsular, además de algunas poblaciones en Pirineos. También se da en muchas provincias andaluzas y en varias localizaciones en el centro del país. Fuera de la Península Ibérica crece en prácticamente toda Europa, Marruecos y Túnez. Se ha naturalizado en Asia Central y Estados Unidos y se considera exótica en toda la costa pacífica de América y Australia.
Le gustan los suelos silíceos, ricos en nitrógeno y húmedos y crece en zonas de sombra a la orilla de robles y hayas en el norte y encinas y alcornoques en el sur. Puede darse desde el nivel del mar hasta los 1.600 metros de altitud, en taludes, claros de bosque, zonas rocosas o brezales.
Toxicidad de la digitoxina
Como muchísimas sustancias tóxicas, la digitoxina también se ha utilizado en medicina de forma tradicional. Hoy en día se rechaza su uso debido a que un mal cálculo de la dosis puede matar al paciente. Los curanderos más experimentados no se libran porque ciertos estudios han demostrado que la cantidad de esta sustancia varía a lo largo del día. Cuando se pone el sol, la digitoxina empieza a bajar y al amanecer casi ha desaparecido, pero a medida que pasan las horas, vuelve a aumentar. Esto hace muy difícil calcular las dosis necesarias en los tratamientos, así que lo mejor es no utilizarla.
La dosis mínima en humanos para empezar a sentirte mal es de 0,3 mg/kg y la LD50 (dosis letal para el 50% de la población) es de 0,4 mg/kg, así que poca broma. En varios libros y películas usan este glucósido para cometer asesinatos debido a su alta toxicidad.
Efectos adversos
La intoxicación por digitoxina y digoxina te afecta a la visión, haciendo que veas borroso y amarillo, además de producirte vómitos y diarreas. También son habituales la bradicardia y arritmias cardiacas, además de confusión y anorexia. Los casos más agudos requieren de anticuerpos antidigital y monitorización cardiaca continua. Estas sustancias se pueden acumular en nuestro cuerpo, por lo que a veces ocurre que los enfermos tratados de forma crónica con Digitalis (aunque sea en las dosis adecuadas) pueden tener síntomas.
Usos tradicionales de la dedalera
El uso más extendido ha sido el ornamental y es que se plantaba en jardines por la belleza de sus flores. También se han recogido los tallos con las flores para adornar las iglesias, festejos o viviendas. Su cuidado es poco exhaustivo, por lo que es una flor apreciada en jardinería y aunque seas un poco torpe, es difícil que se te mueran.
A pesar de su alta toxicidad, los niños jugaban con ellas y se las colocaban en los dedos o las hacían explotar después de hincharlas soplando.
Usos medicinales
Los glicósidos cardiopáticos de esta planta (como la digitoxina) se han usado durante cientos de años para tratar enfermedades, sobre todo las relacionadas con el corazón. Desde ya te digo que no te automediques con esta planta porque la dosis letal y la farmacológica están muy cerca. Te juegas la vida, así que mucho ojo con esto. Solo te lo comento a modo de curiosidad.
Una vez recogidas las hojas de la roseta basal (el órgano con más cantidad de digitoxina) se secan para mantener los principios activos intactos y ya se pueden utilizar.
Se utiliza para bajar la frecuencia cardiaca y como tonificante del corazón, haciendo que el pulso sea más fuerte. Una de las formas de conseguirlo es haciendo trabajar más a los riñones enviando más sangre a los mismos. De esta forma hay menos sangre que bombear en el corazón y está se envía con más fuerza. Un efecto secundario es el incremento en la cantidad de orina, ya que es diurético. La digoxina se dejó de utilizar porque aunque sí que mejora la calidad de vida de los pacientes con insuficiencia cardiaca, no ha supuesto una reducción en la mortalidad y no cura la enfermedad. Por ello se opta por tratar con otros fármacos que sí que responden a estas necesidades y no son tan peligrosos.