Te voy a contar un montón de curiosidades de Ámsterdam, la capital de Países Bajos. Para empezar, decirte que Holanda es el nombre de una de sus regiones, pero no es el nombre del país. Si quieres saber más cosas curiosas, sigue leyendo.
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Las bicicletas de Ámsterdam
En los Países Bajos hay 1,5 bicicletas por cada habitante y en Ámsterdam hay una por cada habitante. Eso sí, sin contar las que hay en el fondo de los canales, que son muchísimas. Aquí las bicis se pueden considerar una religión y son las reinas de la calzada. Al ser un país sin cuestas y con ciudades de calles estrechas, las bicicletas han sido la solución a la movilidad urbana. Todo el mundo se mueve en bicicleta y cuando vas paseando por la ciudad, lo que más escuchas es el sonido de las cadenas y los timbres.
No sé si las bicis tendrán preferencia en el país, pero si no la tienen, se la buscan. Más te vale apartarte porque no van a frenar ni aunque estés en un paso de cebra. Alquilar una bici para moverte por la ciudad es toda una experiencia que te recomiendo, pero ojo, porque no tienen frenos. Estas bicicletas son de piñón fijo y para frenar, tienes que dar a los pedales para atrás, así que practica un poco antes de lanzarte, no vayas a terminar en el fondo de un canal.

Hay aparcamientos para bicis en todas partes y como hay tantas, la probabilidad de que roben la tuya es baja. Me sorprendió mucho la cantidad de ellas que se pueden ver en el aparcamiento de la estación de trenes central. ¡Hay miles, por todas partes!
Mercado de flores flotante
Algo que no puede faltar en tu mente cuando se habla de Países Bajos son los tulipanes. Es uno de esos estereotipos holandeses que están en el imaginario colectivo, pero es que es real. Hay inmensos campos de tulipanes y mercados exclusivos para ellos. Uno de estos es el mercado de flores flotante, para obligada si te gustan las flores y te quieres llevar un recuerdo. Es un punto muy turístico, por lo que habrá un montón de gente incluso en temporada baja, pero merece la pena.

Lo de flotante es más bien un reclamo turístico ya que dicen que es el mercado de flores flotante más grande del mundo, pero los puestos están anclados a la calle y aunque es verdad que parte están sobre el agua, yo no lo llamaría flotante del todo. Aún así, es una zona estupenda para dar un paseo y disfrutar de sus flores frescas y de las de madera. Ver la enorme cantidad de bulbos y sobres con semillas que se venden y el ajetreo de la gente.
Escaleras estrechas y empinadas
Si te hospedas en una casa de alquiler o un hotel en la zona antigua, lo primero que te va a llamar la atención son las escaleras tan estrechas y empinadas que hay en todas partes. Subir maletas por ahí es un deporte de riesgo y es que son tan empinadas que puedes subir agarrándote con las manos a los peldaños de arriba casi sin doblar la espalda. Es alucinante.

Esto es así porque en la antigüedad, los impuestos de pagaban por metros de fachada. La forma de pagar menos impuestos es hacer casas estrechas y «profundas» y claro, las escaleras ocupan mucho espacio. Haciéndolas estrechas y empinadas se reduce mucho el hueco que ocupan y así se aprovecha mejor el espacio, pero ya me gustaría ver a los octogenarios de la época subir y bajar por ellas.
Las fachadas inclinadas de Ámsterdam
Las personas más observadoras se darán cuenta de que los edificios antiguos de la ciudad tienen las fachadas inclinadas. La parte superior está hacia afuera. Es algo que llama mucho la atención y que en un principio achaqué a los cimientos endebles por tratarse de una zona pantanosa. Con el paso de los días me fijé en que algunas casas estaban así, pero otras no y se repetía por toda la ciudad, así que decidí buscar en internet y descubrí la razón.

Como ya hemos visto, las escaleras son muy estrechas y subir baúles y muebles por ellas queda descartado. Es una ciudad que era un pantano y está llena de canales que aportan mucha humedad al ambiente y antiguamente había ratas e insectos que podían arruinar los enseres. La forma de separar tus bienes más preciados de la humedad y los animales es subirlo al piso de arriba, pero por las escaleras es imposible así que se ideó un sistema curioso. En la parte superior se coloca una viga con un gancho para poder subir todas tus cosas por el exterior y meterlas por las ventanas, pero claro, estos bultos pueden dañar la fachada. Solución. Se construyen las casas con las fachadas inclinadas para que los bultos no las rocen y poder subir todo sin problemas.
Brouwerij ‘t IJ y los molinos de viento
Brouwerij ‘t IJ es una cervecería artesanal junto al molino de viento De Gooyer. Es el molino de viento de madera más alto del país y uno de los 6 que se pueden ver en Ámsterdam. Es el que está más cerca del centro y el paseo hasta allí es interesante. Aunque fue trasladado para poder seguir funcionando (los edificios le paraban el viento) tiene casi 3 siglos de antigüedad y es un punto interesante para visitar.
Si te gusta la cerveza, allí hacen degustación y visitas guiadas, así que creo que es una parada obligatoria.

Aunque la palabra molino viene de moler (que es la función más habitual de estas estructuras) originalmente se utilizaban para bombear agua y drenar los campos. Eran sistemas de achique que luego se han usado para moler grano o cualquier otra cosa. Una vez que tienes la maquinaria funcionando, pues la aprovechas para todo lo que puedas.
¿Por qué hay tantos canales en Ámsterdam?

Resulta que el 26% de Países bajos está por debajo del nivel del mar, siendo el punto más bajo, -7metros. Esto crea un problema y es que hay que encargarse de que el agua del mar no entre en las ciudades. Es por eso que se han construido varios diques enormes, pero… El agua que hay en tierra firme, ¿cómo nos deshacemos de ella? La solución es bombear este agua mediante molinos de viento y extraerla a través de un sistema de canales. Ámsterdam tiene 165 y entre todos suman más de 100 km de largo. No solo sirven para evacuar el agua, sino que además son utilizados como medio de transporte de personas y mercancías. Tanto es así que en la ciudad hay más de 2.500 viviendas barco (muchas de ellas convertidas en alojamiento turístico).

Basura por las calles y comisiones por reciclar
En general es una ciudad bastante limpia, pero por las tardes, las calles del casco antiguo se convierten en vertederos improvisados. Cuando los comercios cierran, sacan la basura y la amontonan junto a una farola o en una esquina en mitad de la calle. Es algo que choca bastante y que resulta un tanto desagradable, pero tiene una explicación. El sistema de recogida de residuos es mediante contenedores subterráneos y en las zonas del casco antiguo, o no se pueden colocar, o están en ello. Yo pienso que colocar contenedores podría eliminar esas montañas de bolsas malolientes, pero quizá un camión que pueda vaciar los contenedores no entraría por esas calles.
El tratamiento de los residuos es básicamente la incineración y tienen uno de los sistemas más eficientes del mundo. Mediante este proceso generan electricidad y calor, que utilizan para dotar de agua caliente sanitaria y energía a viviendas y empresas.
Una cosa que me encanta es el sistema de retorno de envases bonificado. Cuando compras una caja de cervezas, si devuelves los botellines te dan una cantidad de dinero. Por ejemplo, para una caja de 24 son casi 4€ de retorno.
También suele haber máquinas que recogen botellas de plástico y latas y te dan unos céntimos por cada una. De esta forma se incentiva a la recogida de envases para su reciclaje, reduciendo costes y manteniendo le medio ambiente en mejores condiciones. Si quieres saber cómo se hace en es España, puedes ver este enlace.